âY que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nadaâ (1 Tesalonicenses 4:11-12).Aunque hay gran urgencia por la venida inminente del Señor, que impulsa el afán de proclamar el Evangelio mientras aún haya tiempo, el apóstol Pablo no ordenó a los tesalonicenses que llevaran vidas de agitación evangelÃstica ruidosa y frenética. En su lugar, como resultado de abundar más y más en amor fraternal, debÃan procurar tener tranquilidad. . . .