ââSi Yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrÃan pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a mÃ, también a mi Padre aborrece. Si Yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrÃan pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mà y a mi Padreââ (Juan 15:21-25).Todos son responsables por su pecado âporque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Ãl, Su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusaâ (Romanos 1:19-20; cp. Jn. 1:9). . . .