Si no se hubiera incluido la verdad expresada en el versÃculo 18, que es el corazón del mensaje de Pablo, la carta de Efesios tendrÃa todo el aspecto de un texto legalista. Cada exhortación del apóstol tendrÃa que cumplirse por el poder de la carne. Los creyentes se verÃan en la necesidad de confiar en sus propios recursos y fortaleza para seguir el gran mapa de carreteras de la vida cristiana presentado por el apóstol en los capÃtulos 4-6; y por supuesto, se darÃan cuenta de su absoluta deficiencia. Los cristianos no pueden andar en humildad, unidad, apartados para Dios, luz, amor y sabidurÃa fuera del poder energizante del EspÃritu Santo. Andar sin el EspÃritu es andar de una manera necia e insensata (véase vv. 15-17). Podemos ser "imitadores de Dios como hijos amados" (5:1), sà y solo sà somos llenos del EspÃritu (cp. Jn. 15:5). . . .