Durante el segundo discurso de despedida de Jesús a Sus discÃpulos Ãl dijo: "Y cuando Ãl [el EspÃritu Santo] venga, convencerá al mundo de pecado" (Jn. 16:8). El pecado del que convencerá a los hombres es el pecado de no creer en Jesucristo (v. 9). Ese es el pecado de separación, el pecado que ocasiona y refleja la alienación del hombre frente a Dios. Es el pecado de no aceptar a Dios como Dios y a Cristo como Salvador, el pecado de rechazo. No se trata de actos o declaraciones particulares de rechazo sino la esfera de rechazo en la que existen los no salvos y les mantiene separados de Dios. Ese es el estado de muerte espiritual, la condición de los seres humanos que están muertos en . . . delitos y pecados. . . .