âTrayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti tambiénâ (2 Timoteo 1:5).Timoteo tenÃa un legado de fe no fingida en él, la cual habitó primero en su abuela Loida, y en su madre Eunice. La referencia a Loida y Eunice sugiere que Pablo las conocÃa personalmente, tal vez él jugó un papel decisivo, junto con Bernabé, en ganarlas para Cristo durante su primer viaje misionero, que lo llevó cerca de la casa de Timoteo, en el área de Galacia (cp. Hch. 13:13â14:21). . . .