Porque no vendrá sin que antes venga la apostasÃa, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavÃa con vosotros, os decÃa esto? (2 Tesalonicenses 2:3b-5)La apostasÃa será un hecho blasfemo de magnitud sin precedentes. El apóstol identificó la apostasÃa mencionando el personaje clave ligado a esta: el hombre de pecado. Entender quién es este personaje clave es prerrequisito para identificar la apostasÃa. Anomia (de pecado) significa literalmente âsin leyâ (cp. 1 Jn. 3:4). Esa persona será un consumado fuera de la ley; un pecador blasfemo que vivirá en desafÃo constante a la ley de Dios. Su influencia será la mayor entre todos los miles de millones de pecadores sin ley, malos e impÃos, de la historia humana. Incluso en los últimos tiempos, cuando âhabrá tanta maldadâ (Mt. 24:12), este lÃder estimulado por Satanás se erigirá como alguien cuyo liderazgo malvado, depravado y sin ley, se extenderá por todo el mundo con una influencia jamás vista. . . .