âRespondió Jesús: âNinguna autoridad tendrÃas contra MÃ, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tieneââ (Juan 19:11).La presunción arrogante de Pilato no era cierta. Rompiendo su silencio, Respondió Jesús: âNinguna autoridad tendrÃas contra MÃ, si no te fuese dada de arribaâ (es decir, de Dios). Aunque él era un agente moral responsable por sus acciones, Pilato no tenÃa el control final sobre los sucesos relacionados con el Hijo de Dios. Nada de lo que ocurre âni siquiera la muerte de Cristoâ está fuera de la soberanÃa de Dios. Frente a la oposición y el mal, Jesús se consoló en el control soberano del Padre sobre los acontecimientos (cp. 6:43-44, 65). . . .