â[que enseñen a las mujeres jóvenes] a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemadaâ (Tito 2:4b-5).En quinto lugar, las mujeres jóvenes casadas deben ser cuidadosas de su casa. Una de las cosas más difÃciles de hacer para las esposas contemporáneas es sentirse satisfechas como amas de casa. Parte de la razón es que los electrodomésticos modernos y otras utilidades simplifican y reducen en gran manera el trabajo doméstico; y el tiempo que no se utiliza para algo constructivo produce aburrimiento, insatisfacción y con frecuencia mayores tentaciones. . . .